Guerra de nervios
Hay que reconocer que Sánchez se ha convertido en un estratega político
Hay que reconocer que Sánchez se ha convertido en un estratega político. Quien lo iba a decir cuando su partido lo descabalgó de la secretaría general tras dos fracasos electorales y su empecinamiento del ya mítico 'No es No'. Pero el éxito en las primarias y la moción de censura que cogió a Rajoy como a un boxeador sonado y al PP en Babia, le han llevado a estar un año en el poder y ganar, aunque con una mayoría mas que exigua, unas generales que salvo sorpresa mayúscula, le sacarán del Palacio de San Jerónimo investido aunque sea en segunda votación. De momento la guerra de nervios que su impasibilidad esta generando en sus adversarios e incluso en sus aliados supuestamente naturales, le coloca en solitario a la cabeza del poder político en España. Hay a quienes divierte la bronca entre PP, Ciudadanos y Vox, pero no es menos divertido ver a Iglesias mendigando ministerios cuando hace unos años los exigía a voz en cuello. Sus bravatas sobre no facilitar la investidura no se las cree nadie, y menos él que cada día pierde más apoyos en su propio partido. Habrá que seguir esperando aunque ya es hora de que pasemos de las musas al teatro y este país tenga un gobierno que haga lo que ya toca: gobernar.