Carolina Durante ya pelea por el trono
La banda madrileña agradece que el Tomavistas sea "un festival diferente" y confirma el superpoder de 'Cayetano'
Deerhunter, Spitualized, Morgan, Hinds, Mucho y Joe Crepúsculo completan la quinta edición del festival
Madrid
Carolina Durante ya es una banda emergida (no emergente). De hecho, es el grupo del momento, el que lleva la voz cantante. Y por si a alguien le quedaba alguna duda, en el Tomavistas 2019 han quedado todas disipadas. En directo potencian su faceta punk y el público lo goza (con pogos y gente en volandas). Pero de nada les valdría su actitud si no arrojaran un temazo detrás de otro: Las canciones de Juanita, Buenos consejos, peores personas, Niña de hielo, Joder, no sé, KLK...
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Diego Ibáñez, el vocalista, no habló demasiado entre canción y canción, pero lo que dijo tuvo miga. Antes de El himno titular le deseó suerte al Valencia en la final de la Copa del Rey ("¡Amunt Valencia!"), agradeciéndole a los culés haber preferido ver el concierto a ver el partido. Luego, justo antes de Nuevas formas de hacer el ridículo, en la que se mofan de un tal Mikel, lamentó que todos los festivales de España estén encabezados siempre por el mismo grupo, le dio las gracias al Tomavistas por organizar "un festival diferente" y espetó: "¡Le vamos a quitar el trono!".
Argumentos no les faltan y armas, tampoco: del fondo del escenario colgaba un inmenso cartel con un puñal, símbolo de los punzantes mensajes que lanzan. Y la fiesta, de hecho, empezó durante la prueba de sonido cuando, entre saludos y gritos a los integrantes de la banda, empezaron a sonar los acordes de Las Canciones de Juanita y el público, ansioso, respondió empezando a cantar (a pleno pulmón) lo de "no sonamos mal, sonamos mejor que ayer"...
Luego, cada canción caía como un chorro de energía y Diego entraba en trance: saltaba, se retorcía, desafiaba con la mirada... y el público respondía entregado, sobre todo con el abrumador karaoke final: La noche de los muertos vivientes –que acostumbra a ser la canción de cierre–, Perdona (ahora sí que sí), En verano, El año y, cómo no, Cayetano. Acumular tantos hits en tan poco tiempo suena a profecía de matarreyes, a máquina de descabezar carteles.
Todas las caras del rock
Pero la segunda jornada del Tomavistas 2019, que ha reunido a 16.000 personas, también ha servido para disfrutar de algunas de las mejores bandas del rock internacional del momento. El californiano Cass McCombs demostró que sus genes están hechos de folk, country y blues. Si en su repertorio hubiese un par de hits (a lo REM o Bruce Springsteen), estaríamos hablando de una banda de éxito masivo. Pero de momento se basta con los riffs de The Great Pixley Train Robbery o la jam session final de Rounder, de su flamante nuevo disco, para situarse –junto a Courtney Barnett o Angel Olsen– muy cerca de la pole position del rock.
Brutal también el despliegue de Spiritualized (banda heredera de Spacemen 3), con nueve músicos sobre el escenario –incluidas tres coristas soul–, para lograr callar (literalmente) a todo el público del festival con su personalísima mezcla de space rock, dream pop, psicodelia y soul.
El otro cabeza de cartel de la jornada era Deerhunter y, pese a los constantes ajustes de sonido, no decepcionaron. La banda de Atlanta, liderada por Bradford Cox, es asombrosamente versátil. Sin dejar de sonar a sí misma, tiene una faceta british que recuerda a Blur o The Divine Comedy (No One's Sleeping, What Happens To People?), pero también tiene un registro muy guitarrero que le permite regodearse en la distorsión o acercarse a The Walkmen o Death Cab For Cutie (Desire Lines, Coronado).
Cantera nacional y fin de fiesta
Cariño y Soleá Morente con Napoleón Solo fueron los encargados de abrir la segunda cita en Tomavistas. Tan diferentes y tan perfectas. Por su parte, Enric Montefusco presentó su Diagonal, un paso más a Meridiana. El show del catalán se vio afectado por una pérdida de energía en el escenario que solventó cantando entre el público. Una estampa tan brutal como significativa de lo que es su música.
Morgan demostró por qué barrieron en los Premios MIN con cinco galardones. Brindaron su gran calidad vocal –que bien podría entrar en el circuito de soul– y complicidad única como banda. 'Nina', con una sonrisa de oreja a oreja, no se cansó de agradecer a aquellos que volverles a ver pese a saber "lo que hay" y sobre todo al nuevo fan que disfrutó de su directo. Pese a jugar en un horario más bien temprano, la afluencia del público empezó a llegar a un punto álgido, en gran parte por la presencia de los madrileños. Un repaso por sus éxitos Sargento de hierro, Volver, Home y Another Road (Getti' Ready) que han permitido que Air de los mejores discos del panorama nacional.
Tras la exhibición de Carolina Durante, y para aquellos que continuaron el ritmo punk de Yawners y Terrier, fue el turno para Hinds. Con Ana Perrote en el puesto central, la banda brindó con su quinto aniversario sus guitarreos de I don't run y Leave me alone. Incluso hubo tiempo para presentar una de sus nuevas canciones, la cual admitieron que su letra no está terminada y que inventaron parte de la letra. El garage tan particular de Carlotta, Ade, Ana y Amber explotó al máximo para terminar con temas como The Club y Bamboo.
El escenario secundario disfrutó del que puede ser un disco único como ¿Hay alguien en casa?. Martí Perarnau IV aprovechó al máximo su tiempo para presentar su última locura como Mucho. Acudió junto a Víctor Valiente y Ricky Falkner entre otros, su quinteto titular. El enemigo ahora vive en todos nosotros creó una atmósfera increíble, pasando también por Las ventanas se encienden y Nunca pegarías a un hombre con gafas. De sus anteriores discos solo se pudo disfrutar de Fue, que la tocó justo antes de acabar con Putochinomaricón, una canción tan necesaria como crítica con la actualidad que vivimos. Sus 'chapas' merecen bien la pena ser escuchadas.
Y los que optaron por no volver a casa en Metro tuvieron su recompensa: una brutal descarga de bakalao al estilo de Joe Crepúsculo en la que no faltaron los subidones discotequeros de Música para adultos, Rosas en el mar, Pisciburger o Suena brillante. Un fiestote en el que Joël Iriarte decidió presentarse junto a Tomasito (zapateando, dando palmas y agitando el despiporre), un percusionista latino e incluso un bar tender que no dejó de preparar y servir cócteles durante el concierto. El éxtasis colectivo, de todas formas, llegó con A Fuego y Mi fábrica de Baile. El Crepus está en su mejor momento. Y el Tomavistas, también.