La pinza
Iceta puede quedar atrapado en una pinza porque los independentistas y la derecha coinciden esta vez, por motivos distintos, en no garantizar sus votos para mandarlo a Senado en representación del Parlament.
Primer golpe de efecto de Pedro Sánchez para la nueva legislatura. Un golpe de efecto que va más allá de los fuegos de artificio. Quiere a Miquel Iceta como presidente del Senado, la cámara de donde deberá salir, si es que sale algún día, una solución para el lío territorial en el que estamos.
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Sánchez quiere al frente del Senado a un catalán que defiende la tercera vía entre el independentismo y la recentralización que defiende la derecha. Con esta propuesta, el presidente en funciones evidencia que da por bendecida en las urnas su estrategia del apaciguamiento y la salida política al conflicto catalán. Pero además Miquel Iceta ha defendido posiciones controvertidas dentro del PSOE; por ejemplo, el indulto si hay condena para los políticos del procés o la figura del relator. Así que Sánchez lanza un mensaje más: tras ganar las generales está dispuesto a asumir el riesgo de la controversia en este asunto delicado. Hoy precisamente que empieza otra campaña, la europea, municipal y autonómicas.
De momento es solo una propuesta, porque Iceta no es senador, los socialistas quieren que lo sea en su cupo de designación territorial pero para eso tienen que votarlo en el Parlament de Cataluña. Hasta ahora los partidos han votado sin matices la propuesta que cada partido hacia en su cupo. Pero ojo, que Iceta puede quedar atrapado en una pinza porque los independentistas y la derecha coinciden esta vez, por motivos distintos, en no garantizar sus votos para mandarlo a Senado en representación del Parlament.