El sexo consentido es un temazo

La verdad es que hay tipos que te desnudan con sus palabras. Y es, con toda probabilidad, la única estrategia para desnudarnos de verdad. Señores capaces de seducirnos por su actitud ante la vida, por su discurso, por sus inquietudes y sus aspiraciones. A veces, nos engolosinan nada más que con la palabra, con su discurso hablado o escrito. Capaces de entrar en nuestra mente para que lleguemos a desear que, a ver si tenemos suerte, y terminan en nuestra cama.

El sexo consentido es un temazo. Son muchos los que ahondan en su significado. Quizás la señora Cayetana Álvarez de Toledo, no ha tenido la suerte de que un hombre la desnudara sin arrancarle la ropa. Lástima, Cayetana. Si para ti el consentimiento solo responde a que pidas encarecidamente que te follen.. ¡cuánto te has perdido! Otras solo nos juntamos con hombres que nos respetan. Con hombres a los que no hace falta indicarles por dónde va el camino, porque son ellos los que buscan cómo estar junto a nosotras. A esos no hace falta decirles que entren porque suelen estar adentro mucho antes ni siquiera de encajarse entre nuestras piernas… ¿no le ha pasado?

Qué pena, Cayetana. Cuando te escuché en el debate lo pensé. “Esta pobre mujer solo ha dado con cafres a los que había que poner límites”. Por eso supongo que estabas tan preocupada en cómo debías decirles que no te metieran mano. Es lo malo de dejar a los niños que se crean que pueden tenerlo todo, que se convierten en adultos y te tratan como si fueras mercancía.