Mescladís, la burocracia municipal contra un proyecto social en Barcelona
Espai Mescladís un terraza restaurante en Ciutat Vella que forma y da trabajo a personas en riesgo de exclusión social
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Moha, Diego, Bamba y David hacen las prácticas de hostelería en Espai Mescladís / Lourdes Lancho (Lourdes Lancho)
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Madrid
Empezamos el repaso de la actualidad de este "sábado isla" entre campañas electorales hablando de Venezuela. Pero como siempre, nos gusta fijarnos en temas que pasan desapercibidos, por ser locales, pero que, en realidad son universales. Por ejemplo el modelo de ciudad que queremos, o formas ciudadanas para solucionar grandes problemas como puede ser la integración de las personas sin papeles que quieren trabajar y tener una vida digna.
Esta iniciativa nació a principios de siglo, pero no fue hasta 2011 cuando optó por la cafetería del "Casal del Forat de la Vergonya" en el Barrio de Sant Pere, en Ciutat Vella, Barcelona. Es un espacio con encanto, bajo unos arcos que unen dos edificios. Allí han construido una terraza-restaurante con uno de esos proyectos en el que ganamos todos. Dan cursos de formación, con prácticas, para personas en riesgo de exclusión social: refugiados, sin papeles, y menores no acompañados. Consiguen una formación, posibilidad de trabajar y les ayudan a regularizar su situación y a tener una vida digna. Soly es el gerente y, en el reportaje, nos presenta a Diego, Moha, Bamba, David... Son quienes están contratados o en prácticas la mañana que les visitamos.
Compran los productos que sirven, en los comercios del barrio. Los precios, pese a estar en una de las zonas más turísticas, son razonables. La decoración es con objetos reciclados, y antiguos. Una maravilla. Y la comida está muy rica...
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Al ser una concesión pública, que obtuvieron en 2011, ha tenido que volver a salir a concurso tras 4 años allí. Nadie se presentó hace 8 años, porque era un lugar todavía con mala fama. Tras el trabajo de Mescladís, El Casal que tiene al lado y otras entidades, ese trozo de Barcelona es ahora una golosina para empresarios que quieran explotar comercialmente una terraza tan especial. Y al concurso se presentó un empresario que ya tiene la concesión de otras 2 terrazas en zonas turísticas del centro. Y lo ha ganado. Hemos hablado con la concejal del distrito, Ciutat Vella, Gala Pin. "El concurso público es la forma más democrática de dar a todo el mundo la opción de presentarse a un concurso como este..." ha dicho la concejal, y ha remarcado que tuvieron especial cuidado "en incluir cláusulas de inclusión social y sostenibilidad para poder mantener el espíritu del proyecto". Ella, incluso, lamenta el resultado de ese concurso público, llegado a admitir "me da pena que hayan perdido el concurso, pero lo que no podemos hacer es amañar un concurso público". Por contra el abogado, Marc Vilar del Colectivo Ronda, argumenta que las cláusulas elaboradas por los técnicos municipales son confusas e incluso penalizan el proyecto de Mescladís al no valorar con la máxima puntuación su compromiso evidente con la integración laboral. Casi el 100% de la plantilla estaba en riesgo de exclusión social. Marc Vilar ha señalado que otra de las claúsulas cuestionables es la del canon a pagar al Ayuntamiento de Barcelona para la explotación. Es de 3.000 euros, pero no le han puesto techo por lo que siempre un empresario tendrá más opciones. Mescladís ofertó un 60% más del mínimo, pero el ganador ofreció un 700% más. Ahora están pendientes de que los tribunales se pronuncien ante sus demandas. Pero el abogado Marc Vilar ve poco probable que se pueda parar el desahucio. Del beneficio para todos, se va a pasar al beneficio de un empresario y de un espacio con carácter y mensaje propio... a otra terraza como tantas otras.
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Mescladís, la burocracia contra un proyecto social en Barcelona
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Lourdes Lancho
Subdirectora A Vivir Que Son Dos Días, antes en Hora 25 con Àngels Barceló. Guionista, redactora, presentadora...