El festival de la derecha
El transfuguismo, la venganza, la peor cara de la política de toda la vida asoma en esta operación de Ciudadanos, que todavía se proclama abanderado de la regeneración.
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Quedan dos días de mítines y tres para votar en una campaña que empezó con 8 millones de españoles sin tener decidido qué papeleta meter en la urna este domingo. Son muchos, muchísimos indecisos y estos últimos días pueden ser decisivos, especialmente para dirimir el duelo al que estamos asistiendo en la derecha.
El último movimiento de esta batalla es el fichaje por parte de Ciudadanos, de otro político popular rebotado con su partido, Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid hasta hace 15 días. Anunciarlo precisamente ayer consiguió tapar los análisis que señalaban a Rivera como el peor parado del segundo debate en la tele. El transfuguismo, la venganza, la peor cara de la política de toda la vida asoma en esta operación de Ciudadanos, que todavía se proclama abanderado de la regeneración. Y dibuja a un PP que no acaba de taponar la sangría de votos y militantes. Hasta el domingo no sabremos cuánto beneficia esta reyerta a la extrema derecha. Por cierto, no se pierdan hoy en El País a la lideresa del partido del centro liberal de Suecia contando cómo consiguió arrastrar a todos los conservadores de su país para hacer un cordón sanitario a la extrema derecha. Igualito que aquí.
Unidas Podemos y el PSOE, la izquierda en general en España, contempla esta vez encantada cómo sus propias carencias y contradicciones desaparecen ante el festival de la derecha.