Atentos a la pantalla
En los dos debates estará ausente Santiago Abascal, Suspiros de España, lo que nos privará a los espectadores de un espectáculo extraordinario

O no llegamos o nos pasamos, que dos debates seguidos parecen una broma de mal gusto. Y en ambos, además, estará ausente Santiago Abascal, Suspiros de España, lo que nos privará a los espectadores de un espectáculo extraordinario. Es una lástima el especial celo de la Junta Electoral, porque hubiera sido magnífico que los espectadores de toda España pudieran oír a un candidato a presidente de la España del siglo XXI, entre otras, su conocida propuesta de cerrar televisiones privadas y públicas, suspender las autonomías, implantar un muro en Ceuta y Melilla o proponer el uso a granel de trabucos para tenerlos debajo de la almohada, no vaya a ser que entre a robarnos una partida de moros, supervivientes de Covadonga.
Así que hoy y mañana tendremos a personajes menos folclóricos, aunque no hay que descartar que Pablo Casado, tan aficionado a la mentira, acuda en plan kamikaze y nos obsequie con algunas manos manchadas de sangre, que cualquier estrépito se puede esperar de nuestro pimpollo preferido. Rivera es un misterio, inmerso en una rayuela incomprensible, de acá para allá y de allá para acá. Sánchez e Iglesias, salvo sorpresas, son más previsibles. El líder de Podemos por su discurso inamovible, y Sánchez porque es el presidente, va el primero en las encuestas y tampoco debería volverse loco. Agitar el voto, y ya. Atentos a la pantalla.