Regalar votos al rival
Madrid
Es posible que cuando ustedes escuchen este Ojo, a pesar de ser tan madrugador, ya estén hartos de los mil y un comentarios que habrán oído, visto o leído sobre la encuesta del CIS y la comparativa del resto de sondeos. Tendrán claro, por ejemplo, que las descalificaciones de los pimpollos Casado y Rivera a la profesionalidad de Tezanos no son más que disculpas de mal perdedor, porque incluso las encuestas de sus fieles más fieles les dan tanta bajada de votos respecto a sus altísimas e infundadas expectativas como el CIS o más.
Lo sentimos, pero a falta de confirmación de las urnas, el liderazgo de ambos más bien parece hundirse en la miseria que subir a la gloria. Qué le vamos a hacer. Han sido ellos, con su histeria vociferante, quienes han elegido encumbrar a Vox. Pues que se lo coman los tres en una virulenta cacería o en una patriótica capea.
Y es que esto de regalar votos, como ellos han hecho con el fiero Abascal, tiene su gracia. A saber: ¿cuántas papeletas van a sumar los independentistas catalanes a las listas de Vox? O también: ¿cómo se va a beneficiar Podemos de la vergüenza de la trama policial, creada precisamente para hacerles daño? Harán bien los partidos en ganar adeptos, pero sobre todo en evitar echar papeletas a las sacas de los rivales.