'Jauría': cultura contra monstruos
No quisiera asustar a nadie con mis primeras palabras de hoy y voy a esforzarme más que nunca para que se entienda exactamente lo que quiero transmitir.
La opinión de Carles Francino
02:22
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Primero el concepto: los violadores no son extraterrestres; no son unos seres extraños que vivan ahí fuera y con los que no tengamos nada que ver. Ese sería el concepto, ahora voy con las palabras exactas: “es muy fácil colocar a los monstruos fuera y a nosotros en el bando bueno. Lo peculiar de esta gente es que son el resultado de un caldo de cultivo que hay en la sociedad; de un machismo instaurado sistémicamente. Y yo me preguntaba: qué parte tienes tú de todo esto. Porque estamos en una sociedad que produce este tipo de engendros y algo tenemos que ver todos y todas”.
Bueno, estas palabras, que no tienen mucho de corrección política, pero sí de sinceridad y de verdad fueron la respuesta de un actor a las preguntas de un estudiante de bachillerato. Yo estaba delante, acaba de asistir a una función de “Jauría”, una obra que los lunes programa el teatro Pavón Kamikaze, de Madrid, sólo para público escolar y que termina después con un coloquio.
“Jauría” forma parte de ese género bautizado como teatro documento, que bebe directamente de la realidad, en este caso de las declaraciones judiciales por el caso de “la manada”.
La obra es espléndida, el trabajo de los actores y singularmente de la actriz, conmovedor; no me extraña que se fundan en un abrazo al terminar la obra y que intenten reanimarse.
Pero lo que viene a continuación también es muy bueno, y muy valioso, porque permite a los chavales por lo que yo vi básicamente a las chavalas, a las chicas, desnudar sus miedos, sacar sus demonios, sus reivindicaciones, sus quejas y confirmarnos que en esto del machismo, del respeto a la mujer, de no acosar, de no insultar nos queda todavía bastante trabajo. Pero yo estoy seguro y me gustaría comprobarlo dentro de unos años que los chicos y las chicas que han visto esta obra jugarán con ventaja, y actuarán en consecuencia. Porque el arma más eficaz contra los monstruos y otros, no es sólo la denuncia y la cárcel, que también, sin duda. Las armas que mejor funcionan son la cultura y la educación. Y la otra noche en el teatro, con “Jauría”, nos regalaron un dos por uno.