¿Por qué aquí no?
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Cadena SER
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Madrid
La familia Reimann, la segunda más rica de Alemania, propietaria de un holding empresarial con marcas como Schweppes, va a donar casi diez millones de euros tras descubrir que sus antecesores colaboraron estrechamente con el nazismo. Ellos mismos encargaron hace tres años una investigación y ante sus rotundas conclusiones – se sirvieron de esclavos del nazismo en sus fábricas y habían donado dinero a las SS , no solo han reconocido públicamente esa implicación sino que la han condenado, afirmando que sus antecesores, ya muertos, merecieron cárcel por su “repugnante” actitud.
Podría polemizarse sobre si 10 millones es cantidad suficientemente reparadora para una familia que acumula un patrimonio de 33.000 millones de euros. Pero lo importante no es la cantidad, sino el gesto. Algo que sólo puede observarse con envidia desde España, en donde ninguna familia vinculada con el franquismo ha hecho algo semejante, ninguna empresa ha reconocido e indemnizado el trabajo de los esclavos de Franco ni nadie se lo ha exigido. Más al contrario, muchas de esas familias disfrutan títulos nobiliarios a pesar del innoble pasado de algunos de sus miembros, y los nostálgicos blanquean al dictador mientras desprecian a los herederos de sus víctimas tildándolos de “buscadores de huesos”. Esa es la polémica: ¿por qué aquí no?