Basta. Ni una tontería más
Los ciudadanos no se merecen tanta frivolidad, agobiados en su vida diaria por problemas de paro y desigualdades
¡Qué hartazgo! ¡Cuánto tiempo y energías perdidas! ¡Qué dineros que tanta falta harían para otros menesteres tirados a la basura! ¿Qué sentido tiene que todo un president de la Generalitat, con la alta representatividad y el boato que conlleva, gaste energías y decoro jugando a la tontería de los carteles, los lazos y las pancartas? ¿Cree el molt honorable Quim Torra, 56 años, una edad, abogado, escritor, editor, tres hijos, que ocupa ese imponente sillón para dedicarse a las chanzas y mojigangas de ahora pongo una tela blanca y luego amarilla y una raya roja y luego azul? Ya está bien, la verdad, que los ciudadanos no se merecen tanta frivolidad, agobiados en su vida diaria por problemas de paro y desigualdades y agravadas hasta el infinito sus preocupaciones políticas por tipos, precisamente, como Torra.
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Pero cree este Ojo, hoy amanecido sentencioso, que nada de esto ocurriría si los muchos empresarios catalanes acaudalados que apoyan el independentismo, si los intelectuales politólogos que les han arropado, si los trabajadores que han salido a la calle a defenderles, y hasta los de la muy revolucionaria CUP que le hacen de guerrilla de choque, se plantaran y le dijeran a su president que vale, que ya está bien, que hay que gobernar y dejarse de chirigotas y cartelitos. Hasta aquí hemos llegado, no le aguantamos más. Dignidad, Haga el favor.