Las listas saldan cuentas pendientes

Madrid

Vamos conociendo ya las listas con las que los principales partidos políticos concurrirán a las próximas elecciones. Algunas de ellas configuradas a golpe de fichajes más propios del mercado de invierno futbolístico que de la política. Algunos rostros conocidos, otros desconocidos, pero con trayectorias subrayadas, algunos rescatados del olvido y mucho, mucho de fidelidad al líder sea el que sea.

Más que nunca el debate interno en los partidos parece imposible. La confección de las listas ha servido para pasar cuentas pendientes y deshacerse de todo lo que suene a antiguos liderazgos. Da igual si se ha prescindido de parlamentarios brillantes o de gestores interesantes, si suenan a otra corriente que no sea la del líder no tienen nada que hacer en la política, tendrán que esperar a que cambien las tornas.

Lo han hecho todos, aunque quienes tienen más cuentas pendientes son PSOE y PP, todavía sangrando por las heridas de sus respectivos cambios de liderazgo. Pedro Sánchez ha arrasado con todo lo que suene a Susanismo y Pablo Casado con todo lo que suene a Marianismo y Sorayismo. Y los puestos de los defenestrados los ocupan aquellos que han manifestado fidelidad al líder, sobre todo en los momentos difíciles. Entiendo que todos los que se presentan lo hacen para ganar y gobernar para todos, los que les voten y los que no lo hagan, y me pregunto, si en la confección de las listas son incapaces de integrar, ¿cómo lo van a hacer con la gente?

Por cierto que hasta hoy nada hemos oído, ni a estos dos partidos ni al resto, de debates ideológicos o de propuestas para los ciudadanos, se han dedicado a armar la guardia pretoriana de los candidatos a la presidencia. Esperemos que con las listas cerradas se pongan a trabajar en serio.