El juicio da un vuelco
Josep Ramoneda analiza la comparecencia como testigo en el juicio al procés de José Luis Trapero y la relación del PP con Vox, al que ahora pide que no se presente en las circunscripciones pequeñas para no dividir el voto de la derecha
Barcelona
El juicio contra el proceso catalán va camino de convertirse en una serie de televisión en directo. Y con una audiencia muy superior a la que se esperaba. Todos hemos visto juicios en el cine, cargados de sobresaltos y sorpresas, pero esta vez se nos ofrece en tiempo real y con los auténticos protagonistas, sin actores como intermediarios. Hoy el mayor Trapero ha tenido quizás la mejor prestación que se ha visto hasta ahora. Un juicio es un terreno minado porque la defensa de la propia suerte es la prioridad de los que intervienen, lo que a menudo enfría viejas complicidades. Hoy Trapero con aplomo, con serenidad en la exposición y con autoridad a la hora de afrontar los intercambios verbales, ha defendido obviamente sus intereses como acusado en otro sumario, pero sobre todo ha ejercido de jefe de los mossos, defendiendo por encima de todo a la policía catalana y a sus miembros. Y así ha desmarcado la actuación de los suyos de las consignas de los dirigentes independentistas y ha dejado una frase digna de encabezar el resumen final de titulares: “Estábamos preparados para detener al president Puigdemont y a los consellers”. El relato judicial da muchas idas y venidas. A principios de semana había sospechas de que a falta de pruebas de violencia factual, se buscaba a Trapero como culpable principal de una violencia por omisión. Hoy es legítimo preguntarse, si el juicio ha dado un vuelco.
El cinismo de Casado y su entorno mediático. Después de bailarle el agua a Vox, después de legitimar su discurso y de hacer suyas muchas de sus propuestas, por ejemplo, en materia de familia y feminismo, ahora le piden que no se presente en determinadas provincias para que la derecha no pierda escaños en los restos. Y ponen en circulación como consigna que votar a Vox es favorecer al PSOE. Fueron ellos los que le dieron vida y reconocimiento, les toca apechugar con esta compañía. Con la que, por otra parte, se han sentido perfectamente cómodos hasta ahora. ¿O no es eso lo que decía la foto de Colón?