¿Roma merece un Óscar?
Steven Spielberg está dispuesto a dar la batalla para que las películas que producen Netflix y otras plataformas de vídeo bajo demanda no puedan optar a los Óscar
Madrid
El director de cine Steven Spielberg está dispuesto a dar la batalla para que las películas que producen Netflix y otras plataformas de vídeo bajo demanda no puedan optar a los Óscar. Según su visión, una película como Roma, que se ha llevado tres, no debería haber concurrido a los premios. Y su prejuicio no se basa en la innegable calidad del producto, sino en que el modelo de negocio de estas plataformas televisivas, con estrenos simultáneos, masivos en televisión y testimoniales en los cines, rompe las reglas del juego de la industria cinematográfica.
Es un debate muy interesante. En trazo grueso, Spielberg defiende que la industria cinematográfica debe llevar a los espectadores a las salas y, secundariamente, difundir su producto en la televisión; mientras Netflix sostiene que su modelo acerca el cine a quienes no tienen acceso a las salas o no pueden permitírselo y, frente a esa audiencia milmillonaria, lo secundario es llevar su producto a las salas. Spielberg plantea llevar el asunto a la junta de los gobernadores de la Academia de Hollywood el próximo mes de abril. Y la batalla se vislumbra emocionante y con final incierto, como una buena película de Spielberg. O de Netflix…