"Detrás del negacionismo se esconden muchos intereses"

Madrid

El calentamiento global puede acabar con todo. El capitalismo desenfrenado, sin barreras de contención, puede significar la destrucción de la Tierra. Los paisajes nos avisan, los polos nos avisan, los termómetros nos avisan, todo habla a nuestro alrededor pero quizás nos resulte más cómodo mirar hacia otro lado, no hacer caso a esa verdad incómoda. La situación es muy grave y nuestro planeta puede entrar en poco tiempo en fase terminal. Afrontar el cambio climático es el gran desafío del futuro porque de lo contrario nos extinguiremos.

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Nuestra entrevistada ha luchado, y sigue luchando, contra aquellos que no quieren entenderlo ni actuar. Inquieta escucharle decir que "el negacionismo esconde intereses que no se quieren mostrar", lo sabe por experiencia ya que lideró las negociaciones del Acuerdo de París en 2015, el pacto internacional más ambicioso para proteger nuestro planeta. Fue nombrada secretaria ejecutiva del Convenio de Cambio Climático por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en 2010. Su trabajo consistió en convencer al mundo entero de la necesidad de prescindir de los combustibles fósiles y de apostar por las energías renovables, las únicas que lograrán democratizar nuestra economía y erradicar la pobreza que se ceba sobre todo con las mujeres.

No estamos haciendo las cosas al ritmo que dicta la ciencia y ello puede costarnos muy caro, afirma con tono rotundo. Urge poner en marcha soluciones porque el cambio climático es un asunto de derechos humanos y de seguridad internacional.