Baja traición

Madrid

De Pablo Casado se suele valorar mucho que hable sin papeles y que hile sus discursos sin ayuda; yo creo que es el momento de que empiece a leer. Su discurso de Pablo Casado lo saca del Congreso y lo sube a una caja de frutas. Yo ayer cuando escuchaba hablar de "alta traición", de "felonía" y de "golpismo" no sabía si estaba escuchando a Nicolás Maduro o a Pablo Casado.

Y si era Casado tampoco sabía si estaba hablando de la financiación irregular y las trampas con las que su partido ha hecho las campañas, porque, ya puestos, su discurso podía acoplarse tranquilamente. Pero sólo era Casado repitiendo el discurso del PP según el cual siempre hay alguien traicionando a España y traicionando a los muertos; estamos traicionando todo el rato algo, ojalá fuese sólo a España. La diferencia es que hace quince años en Colón la extrema derecha andaba por allí camuflada y ahora su líder es venerado en la portada de ABC, y empieza a costar distinguirlo.

Media Generalitat está fuera de la realidad. Hay dos formas de hablar con ella, y esto va también por el Gobierno: pedirle que vuelva a entrar, o salir. Y el relator, y sus reacciones a lo Neymar rodando por el campo, saca a todo el mundo fuera.