Los mocos

Que el mismo día pasen por la justicia Rodrigo Rato y Dani Mateo significa que hay tantas maneras de ser patriota como de entrar en el juzgado. Pero hay algo común en los dos casos, las ficciones. Mateo hace humor, por tanto exige del espectador la capacidad para abstraerse y saber que está interpretando, que está actuando. La salida a Bolsa de Bankia se construye presuntamente sobre una ficción: la Fiscalía dice que Rato lanzó “un ficticio mensaje de solvencia y buenas perspectivas muy alejadas de la realidad” para engañar a los inversores. Dani Mateo tendrá que demostrar en su declaración que estaba de coña, y Rato que no. En cualquier caso el juicio de Bankia ennoblece este país, y llamar a declarar a un humorista por un chiste, lo degrada. Lo único que consigue ese juzgado es dar cobertura a la misma ciénaga ultraderechista que boicoteó a Mateo en Valencia y quiere boicotear ahora a Mongolia; si se reacciona sacando la bandera de la dictadura para defender la bandera de la democracia, habrá que sonarse los mocos en el águila para ver si así se vuelven demócratas.