Para Gabriel Rufián
Madrid
Señor diputado por Barcelona y portavoz adjunto del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana de Cataluña, qué éxito el suyo al merecer con sus desobediencias reiteradas a la Presidenta ser expulsado del salón de sesiones, qué penosos sus ademanes, qué compañía la de Jordi Salvador cuyo escupitajo queda pendiente de anatomía, qué desgana la de Joan Tardá precisado a salir acompañándole, qué soledad sin solidaridad de grupo alguno, qué daño más gratuito infligido a la causa que dice defender, qué honor para aquellos a quienes vilipendia, qué falta de gallardía. Veremos.