Sedición, rebelión y rentabilidad política

Madrid

Sedición o rebelión, dos delitos diferentes en dos escritos diferentes. El de la Abogacía del Estado, que ve delito de sedición en la actuación de los encarcelados por el procés, y el de la Fiscalía, que lo que ve es rebelión. La diferencia es importante porque los años de cárcel, en caso de ser condenados, son sustancialmente menores en el caso de sedición que en el de rebelión.

Y la clave para defender un delito u otro está en el componente de la violencia, para la Abogacía del Estado solo hubo tumultos y movilizaciones sociales, para la Fiscalía sí hubo violencia. Y otra diferencia fundamental, la Abogacía del Estado depende directamente del Ministerio de Justicia, la Fiscalía no.

Y es esta última diferencia la que ha activado la bronca política. Ciudadanos y el PP acusan al Gobierno de connivencia con los independentistas y el Gobierno se hace un lio con el delito de rebelión, sobre todo el presidente, Pedro Sánchez, que ahora no dice lo mismo que cuando era secretario general del Partido. Y en el lado independentista las acusaciones suponen más carbón para la maquinaria del procés.

Desde el momento en el que se abandonó la política para solucionar la cuestión catalana, y se fio todo a la Justicia, gobernaba entonces el PP de Rajoy, era previsible que llegáramos al punto al que hemos llegado hoy. Hay un hecho indiscutible y es que los independentistas intentaron romper el orden constitucional saltándose todas las leyes, y hay otro, tanto los que se quejan porque les parece poco la acusación de sedición, como los que no reconocen que se saltaron la legalidad hace un año siguen usando y explotando el enfrentamiento porque piensan que es rentable para ellos.

De esta solo se saldrá con responsabilidad de todos los implicados y con altas dosis de generosidad y de momento no hay pistas ni de lo uno ni de lo otro.

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