¿No hay actores negros?
Lo normal es que el casting busque actores o actrices que se aproximen a las características del personaje, sobre todo cuando el perfil racial es sustancial para comprender la trama
Madrid
El Teatre Lliure ha estrenado la obra Àngels a Amèrica en la que uno de los personajes protagonistas, Belize, es de raza negra pero el actor que lo interpreta es blanco. La situación es tan rara que durante la representación se muestra un mensaje que explica el dislate. Un colectivo de actores negros se ha quejado de la elección y el director de la obra se ha justificado porque la compañía no tiene actores negros. Lo que sucede es que tampoco los hay maduros, pero estos se han buscado fuera.
Es cierto que una representación teatral encierra un pacto esencial mediante el cual nos creemos lo que evidentemente no es. Y que ese pacto llega a la transgresión cuando vemos a Jose Luis Gómez interpretando a la Celestina o a Blanca Portillo haciendo de Segismundo. Pero también es cierto que, aunque la caracterización hace milagros, lo normal es que el casting busque actores o actrices que se aproximen a las características del personaje, sobre todo cuando el perfil racial, como es el caso, es sustancial para comprender la trama. Por esa razón, salvo excepciones, hemos dejado de pintar a concejales de betún para salir en las cabalgatas.