No estuvo triste una mañana
Madrid
Carmen Alborch. Hemingway dejó dicho, sobre un personaje femenino de una de sus novelas: “Conoció la angustia y el dolor pero no estuvo triste una mañana”. Fue una funcionaria ejemplar, una profesora consciente de la responsabilidad de enseñar. Fue leal con su tiempo, su país y su partido, e hizo de la amistad un ejercicio de compromiso vital. El feminismo fue su manera de ser. Y, en efecto, conoció la angustia y el dolor, pero no estuvo triste una mañana. Hasta su muerte. Fue tu oyente, José Antonio, fiel amiga de la radio. Una mujer inolvidable.