La cabeza en la boca del tigre

Madrid

Quim Torra es un president atado a un verbo. Los políticos suelen hacer eso al llegar al poder. Vas a noticias de la época y lees Suárez promete, González niega, Aznar rechaza, Zapatero sueña, Rajoy pide o Sánchez rectifica. Bueno, Torra amenaza, y cuando uno se vincula a un verbo así termina pareciéndose a él. Ocurre que Torra amenaza al Gobierno con ultimátums pero también amenaza de forma insólita a los CDRs diciéndoles que lo están haciendo muy bien. Explora el verbo de tal forma que ha inventado una amenaza exótica: dar cariño para poder dar palos a gusto. Yo no creo que sea un activista sino algo con peores consecuencias: un periodista ejerciendo como tal desde el poder, con la visión de la realidad tan distorsionada que no puede contarla, sino amenazarla. Su modelo de negociación es el de una cabeza dentro de la boca del tigre poniendo la cabeza y poniendo el tigre; cuando uno quiere serlo todo, lo único que queda claro es el circo.