Esperar 69 años para ser papa de Roma y durar solo 13 días

La anécdota de hoy va dedicada a los que consiguen arrancar la derrota de las fauces de la victoria. Esos que parece que van a conseguir ganar la carrera, pero caen de bruces a dos metros de la meta.

A todos ellos los supera nuestro personaje histórico de hoy. Se llamaba Giovanni Battista Castagna, pero fue más conocido como el Papa Urbano VII. Y sobre todo es conocido porque su papado fue el más corto de la historia. Giovanni esperó 69 años para llegar a la cima de la iglesia, para encontrarse con la muerte a los 13 días de de subir al trono de San Pedro. Urbano murió de malaria el 27 de septiembre de 1590, y ha pasado a la historia por ser el papa más breve de Roma. Fue un caso parecido al de Camacho como entrenador del Real Madrid, que firmó en verano y antes de empezar la temporada ya había dimitido.

A Urbano, pese a lo breve de su paso por el Vaticano, al menos le dio tiempo a tomar una medida tan novedosa como popular: fue el primero en introducir una ley que prohibía el tabaco, amenazando con la excomunión a cualquiera que fuese visto masticándolo, fumándolo o esnifándolo.

No sé muy bien que lección nos deberíamos llevar del 27 de septiembre de Urbano VII. Quizás sería la de no concentrarnos demasiado en un objetivo lejano, en vivir el presente. O quizás la de no enfrentarnos a los fumadores, que igual trae mala suerte.

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