Socorro: Casado quiere ser Aznar
Dice Pablo Casado que está orgulloso de don José María
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Socorro: Casado quiere ser Aznar
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Lo peor de Aznar no es que sea un soberbio, ni un maleducado, ni un chulo de tres al cuarto, ni un matasiete de barrio pijo. Ni tan siquiera molestan sus balandronadas o sus arrebatos pendencieros. Lo malo de José María Aznar es que miente. Pero no solo lo hizo ayer, que en estos tiempos su figura no pasa de ser un triste recuerdo, un fantasma ridículo, un espectro perdido en su propio ideograma, es que lo practicó a conciencia mientras fue presidente. Y con toda la boca. ¿Qué otra cosa, si no, hizo el entonces presidente del Gobierno el 11 de marzo de 2004 y días posteriores con los terribles atentados de Atocha, que ni siquiera 200 muertos le hicieron refrenar en su loca acumulación de mentiras, una tras otra? Hoy, después de todo lo que sabemos de Gürtel, de las fotos de Correa y el Bigotes en aquella estrambótica boda de El Escorial, de sus tejes y manejes con amigos y conocidos, incluso de lo demostrado en las sentencias judiciales, Aznar quiere zafarse de su responsabilidad en la corrupción institucional del PP. Dice Pablo Casado, que en algún espejo de su casa debe intentar copiar las poses desafiantes de su maestro, que está orgulloso de don José María. Tal para cual, que si malo era el original, ya me dirán cómo saldrá el calco masterizado.
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