Tres fotografías que ilustran el nuevo rumbo de la legislatura de Sánchez
Las tres imágenes de esta jornada que muestran el nuevo escenario al que tendrá que hacer frente Pedro Sánchez
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Hora 25 (23/07/2018 - Tramo de 22:00 a 23:00)
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Madrid
Los nuevos líderes del PP y del PdeCat no han llegado para allanar el terreno al Gobierno del PSOE. Fuentes de la Moncloa califican de "preocupantes" los discursos de Pablo Casado y de David Bonvehí. Al Gobierno se le complican las cosas en varios frentes. Empezando por Cataluña.
En la Moncloa temen que el giro de PdeCat perjudique el frágil camino de la distensión que se había iniciado con la Generalitat. La llegada de Pablo Casado tampoco pone las cosas fáciles. El nuevo líder del PP no comparte la ‘operación diálogo’ de Sáenz de Santamaría y dice un no rotundo a la mano tendida de Pedro Sánchez para recomponer relaciones con la Generalitat. El PP recupera el discurso duro para tratar de recuperar también los votos que se han ido a Ciudadanos.
Además, las cosas se complican también para Sánchez en el terreno parlamentario. Algo que vamos a ver muy claramente en los próximos días con dos asuntos: la senda de déficit y RTVE. El cambio en el PdeCat y la mayor dureza que anuncia el PP hacen que fuentes del Gobierno admitan que "la labor parlamentaria va a exigir mucho más esfuerzo". Son conscientes en la Moncloa de que, sin los ocho votos del partido de Puigdemont, Sánchez no alcanza en el Congreso la mayoría que le hizo presidente y se va a tener que emplear muchísimo más a fondo para sacar cada iniciativa adelante.
En Cataluña
El Gobierno de Sánchez tendrá que enfrentarse a dos escenarios en Cataluña. Por un lado está el independentismo, que camina de la mano de Puigdemont, del PdeCat y de la 'Crida Nacional'. Por otro, una Generalitat que ha regresado por la vía de los hechos a la Constitución y al Estatuto. Prueba de ello es que Borrell ha recibido a Maragall, que es consejero de Acción Exterior y Relaciones Institucionales del Govern. De Madrid, el conseller Maragall se va con tres ideas. La primera, que es llamativa porque no es la misma que hoy dejaba ir el PdeCat. En el Govern no les interesa que caiga el gobierno central. La segunda idea tiene que ver con la comisión bilateral, el órgano que Pedro Sánchez y Quim Torra acordaron que se volviera a reunir. La reunión se prevé para la semana que viene en Barcelona. Pero hay una diferencia clave: la Generalitat quiere que en esa comisión se debata sobre los derechos y la libertad de los presos independentistas y también del referéndum de autodeterminación. El gobierno lo rechaza. Y, por el momento, no hay acuerdo. ¿Si esos puntos no están, habrá reunión de la comisión bilateral? Esto decía Maragall. “Estas son cuestiones que es normal que estén sin ninguna pretensión de afectar a la dignidad institucional de nadie. Yo no contemplo en este momento un escenario de desacuerdo que impida la celebración de la comisión, pero estoy dando por supuesto que habrá un acuerdo en la expresión de los puntos del día con una u otra expresión formal pero clara y explícita en ese terreno”.
En el Gobierno afirma que no hay acuerdo y que seguirán hablando. A la hora de concretar, aparecen las primeras dificultades en la voluntad de llegar a acuerdos. Su encuentro con Batet ha sido más cordial que el que ha tenido con Borrell, según el propio conseller. Y ahí está la tercera idea: Maragall sostiene que seguirá abriendo embajadas en el extranjero. El ministro le ha dicho que tiene que ser dentro de la ley y para lo que la ley contempla delegaciones de comunidades. Lo mismo le ha dicho en los viajes de dirigentes catalanes al exterior, que tiene que informar al gobierno de los viajes y actuaciones que tengan proyección exterior.
Y mientras la Generalitat empieza a pisar La Moncloa, el PdeCat envía el primer aviso al gobierno de Pedro Sánchez. Del nuevo tándem que dirige el partido, el presidente David Bonvehí viene de la anterior ejecutiva, y la segunda, Míriam Nogueras, es una diputada en el Congreso afín a Puigdemont. Los dos han estado en Catalunya Ràdio esta mañana y la encargada de marcar este nuevo perfil ha sido, casualidad o no, Nogueras, que apuntaba que ahora el partido está bien coordinado. Es una manera de lanzar dos mensajes en uno: el externo, para que el Gobierno tome nota, y también en clave interna, para dejar claro que la nueva dirección atará en corto su grupo en el Congreso, en el que algunos diputados como Carles Campuzano o Ferran Bel son próximos a la anterior ejecutiva.
Se empieza a vislumbrar así la mano de Puigdemont en el partido después del Congreso en el que tomó control de la formación. Es un aviso que repiten desde los sectores del Govern controlados por Junts per Catalunya, como la consellera de presidencia Elsa Artadi. "Pedro Sánchez no podría ser presidente sin el apoyo del PdeCat y ERC. Esto se traslada en que los votos de estos dos grupos son cruciales. Se tienen que hacer valer y ser coherentes con la situación de las relaciones entre Catalunya y el Estado", ha explicado en rueda de prensa. Quizás el primer ejemplo de este giro lo veremos con la votación de la renovación de RTVE que nos contaba antes Sonia.
Derrotada el alma más dialogante del partido de Puigdemont, ERC busca la forma de recolocarse en este nuevo escenario sin sumarse a la ‘Crida Nacional’ pero sin aparecer como la responsable de una quiebra en la unidad del bloque independentista. Los republicanos saben que Puigdemont puede monopolizar el debate político catalán en los próximos meses, especialmente ahora que tiene el control del PdeCat y que ya puede instalarse otra vez en Bruselas para poner en marcha el llamado Consell per la República. Con el president Torra del lado de su predecesor, ERC teme que la presión para que se sume a la 'Crida Nacional' se vaya haciendo irrespirable, o que sea Puigdemont quien vaya marcando los pasos al ejecutivo. Ante esto, la portavoz republicana, Marta Vilalta, pasa al ataque y, solo dos meses después de formar Govern, ya pide una nueva hoja de ruta por escrito.
Vilalta rechaza la adhesión de Esquerra a la ‘Crida Nacional’ porque cree que el independentismo consigue más votos cuando se presenta en listas separadas. El caso es que, según ha sabido la Cadena SER, Junts per Catalunya y el entorno de Puigdemont tampoco compran la propuesta de los republicanos de redactar una nueva hoja de ruta, y temen que detrás de esta estrategia los de Junqueras busquen reducir el margen de maniobra de la 'Crida' y tener controlado a Puigdemont.
En el nuevo PP
Eso en Cataluña, pero además de la foto entre Borrell y Maragall, se han producido tres imágenes icónicas más. La de Pablo Casado con Mariano Rajoy es una de ellas. Casado se ha reunido esta mañana con Rajoy en el despacho de presidente de Génova. Así lo ha querido estrenar, recibiendo como primera visita a su antecesor en el cargo. En el encuentro, el nuevo líder le ha contado sus planes. El miércoles se reúne con Santamaría, con la que hablará de integración. A los populares les parece que podrá contar con algunos de sus colaboradores pero no con ella, ya que no la ven poniéndose a sus órdenes. Ahora lo más importante es designar secretaria general, que será mujer, pero habrá que esperar porque Casado dice que lo quiere hablar con el resto de candidatos.
El nombre de su mano derecha se esconde en la lista que presentó el sábado. Por eso se habla mucho de Isabel García Tejerina, de Esperanza Oña, de Rosa Romero y sobre todo de Dolors Monserrat. Se quiere dar peso a Cataluña y Cospedal, gran amiga suya, tendrá peso en la decisión.
Partido y oposición es la doble tarea que tiene por delante Casado. En lo segundo, Casado va tomando algunas decisiones. Los compromisarios votaron una derecha sin complejos, y el proyecto de Casado lo es. El líder del PP defiende la vida y la familia, propone recuperar la ley del aborto del 85 y dice que se opondrá a la ley de Eutanasia. En cuanto a Cataluña, quiere reforzar el código penal contra el desafío soberanista, recuperando los delitos de sedición impropia y convocatoria ilegal de referéndum. Habla de ilegalizar los partidos independentistas. Y para que se vea lo que le importa Cataluña, celebrará el Comité Ejecutivo del PP allí.
Además, Casado ha comentado que no es partidario de apoyar la senda de déficit, que para salir adelante depende de lo que decida el PP en el Senado y tiene pensando dar la batalla ideológica en el Congreso. El Gobierno se había comprometido a dotar de un mayor margen de déficit para las comunidades autónomas y, en un año electoral y si Pablo Casado no rectifica, las comunidades perderán ese margen. Ahí pone el acento la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. “Tienen que salir a la calle con una lista y pueblo a pueblo le van a decir que no vamos a mejorar carreteras, que no va a haber calefacción en algunos colegios, no vamos a mejorar las listas de espera porque queremos hacer política puramente de confrontación con el gobierno de España. Que salga y explique cómo lo van a hacer”, ha apuntado.
En el propio PSOE
Y la tercera imagen del día, el Gobierno la ha vivido dentro de sus propias filas. Sánchez y Susana Díaz, rivales en las primarias del PSOE, han mantenido este lunes la reunión más larga y, parece, la más plácida de los últimos años. La presidenta andaluza se ha marchado de La Moncloa satisfecha y no sabemos si con una decisión ya tomada sobre el adelanto electoral.
Tanto en el Gobierno como en la Junta han asegurado que ha sido una buena reunión y sobre todo celebran que se haya dado esa imagen de naturalidad en la relación de ambos presidentes después de años en los que era impensable que Sánchez y Díaz pudiesen trabajar durante horas en una reunión. En la Junta aseguran que Sánchez ha sido sensible a todo lo planteado por Díaz y la presidenta andaluza no solo ha dado por inaugurado un nuevo tiempo en la relación entre Gobierno y Junta sino que ha proclamado que Andalucía gana cuando el PSOE gobierna aunque sea su máximo rival quien preside el Ejecutivo.
Andalucía es una comunidad a la que vamos a tener que prestar atención estos próximos meses. En esta comunidad autónoma se escucha música de adelanto electoral desde hace varias semanas pese a que la presidenta de la Junta ha traslado hoy a Sánchez su voluntad de agotar la legislatura. La oposición da por muerta la legislatura y por agotado al Gobierno. Sus previsiones les han llevado a adelantar las primarias a antes de las vacaciones de agosto.
Sin embargo quien tiene que tomar la decisión calla y reitera días tras día su intención de agotar la legislatura y convocar las elecciones en marzo. Aunque Susana Díaz, es verdad que ya ha dejado caer esa coletilla del sí de mí depende, recordando que no tiene mayoría absoluta y necesita los votos de Ciudadanos para aprobar los presupuestos.
Los partidos subrayan varias fechas en el calendario: el 28 de octubre o el 25 de noviembre, convencidos de que la presidenta disolverá a la vuelta del verano. Si así ocurriera, estaríamos ante un PSOE andaluz fuerte en las encuestas y con vientos de entendimiento institucional con La Moncloa; un PP andaluz debilitado por su apoyo a Sáenz de Santamaría; Ciudadanos desorientado por el alcance del efecto Casado, y la alianza Podemos e IU analizada con lupa por Iglesias y Echenique, quien ha acusado públicamente a Teresa Rodríguez de querer cargarse a Podemos y de pretender crear un nuevo partido en Andalucía.
Texto elaborado con información de Sonia Sánchez, María Jesús Güemes, Inma Carretero, José Luis Sastre, Pablo Tallón, Pau Rumbo y Mercedes Díaz.