"Dicen que los millennials somos poco tolerantes a la frustración: es mentira"

Madrid

El caso de Amalia es un caso prototípico de la generación salida de la universidad hace unos años. Ella tiene una carrera y dos másters, y actualmente se ha preparado unas oposiciones a profesora de secundaria. Mientras tanto trabaja donde puede, "como niñera, dando clases particulares, o en la universidad como becaria. Hay muy poca salida al mundo laboral. Te piden experiencia que no tienes", nos cuenta. Pide un "cambio" de todos, pero especialmente un cambio en esa percepción errónea de que su generación "no es tolerante a la frustración. Tengo una carrera, masters, idiomas. ¿Qué más puedo hacer para encontrar trabajo?"