Protegerse de los hiperventilados

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se encontrarán este próximo jueves, pasado mañana. Se sabía que la reunión estaba en agenda pero la fecha, inmediata, demuestra la prisa entre ambos gobiernos por restaurar la relación institucional cuanto antes.

Es la señal que deja la reunión de ayer entre Pedro Sánchez y Quim Torra en La Moncloa: la vuelta de la política, el mejor cauce para dirimir los acuerdos y desacuerdos. De los dos hubo ayer en la reunión, como ya se sabía. Ni el presidente Sánchez va a moverse de lo que marca la Constitución, ni Torra iba a dar de la noche a la mañana, un volantazo en el mantra de referéndum y presos. Aunque sepa que la autodeterminación no la reconoce ninguna constitución y que los presos dependen de los jueces y no del Gobierno... y aunque su portavoz juguetee ante la prensa con la amenaza de volver a la desobediencia. Pero la democracia es procedimiento y las dos partes se esforzaron ayer en el reconocimiento mutuo. En la duración de la entrevista... dos horas y media es mucho más que un encuentro de cortesía... en la naturalidad del paseo por La Moncloa... o en los tuits de Sánchez en catalán - que es uno de los 4 idiomas cooficiales del Estado -.

Es poco y es mucho a la vez. No se pueden echar las campanas al vuelo. El problema político de fondo sigue ahí, sigue en Cataluña básicamente y entre catalanes, irresoluble de momento... pero se ponen en marcha las comisiones bilaterales para asuntos concretos que afectan a la vida de los ciudadanos, y los presidentes se intercambiaron el móvil... Que cada cual crea en lo que quiera, pero que la política sirva para arreglar problemas y no para crearlos. Lo iremos viendo.