La rueda, al menos, ya gira
Lo único exigible a los gobernantes que pagamos entre todos, es lograr que dialoguen y discutan, si hace falta, sobre sus propuestas respectivas, en muchos casos absolutamente contrarias
Llegó Torra a La Moncloa. Recibimiento en las escaleras por parte de Sánchez. Charla en privado, ruedas de prensa, y el president, de vuelta a casa. O sea, lo normal entre seres civilizados que representan -peor o mejor- a unos cuantos millones de ciudadanos. ¿Avances? Sí, claro que sí, y quien no quiera verlos es porque prefiere la ceguera del fanatismo. Lo único exigible a los gobernantes que pagamos entre todos, es lograr que dialoguen y discutan, si hace falta, sobre sus propuestas respectivas, en muchos casos absolutamente contrarias. Las montañas siempre se empiezan a subir por la base. ¿Protesta la derecha? Claro. Incapaces de hacer política durante años, solo están cómodos en la intolerancia. ¿Qué puede decir el pimpollo Rivera, que después de lograr más votos que nadie en Cataluña ha sido incapaz de proponer una sola idea, un mínimo proyecto para acabar con la terrible división entre catalanes? Si nada sabe hacer, calle, haga el favor, y deje trabajar a quién busca soluciones.
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