"La precariedad nos empuja a ser madres tarde, pero la naturaleza no sigue este ritmo"
Violeta Gálvez fue madre con 37 y 41 años a través de fecundación in vitro
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Madrid
"El pasado 15 de enero nació mi hija Victoria, tanto ella como mi hijo mayor Diego de 5 años han sido concebidos a través de un tratamiento de fecundación in vitro. Somos una familia muy afortunada, ya que de 8 tratamientos realizados hemos conseguido tener dos hijos", comienza su relato Violeta. Pero añade, "es un tratamiento duro, física y psicológicamente, cuando recibes malos resultados". Ahora es normal intentar ser madre tarde "porque la sociedad nos impone esto. Tenemos trabajos precarios, el acceso a la vivienda es muy difícil, pero la naturaleza no sigue ese ritmo, a partir de los 35 años la fertilidad en la mujer decae de forma exponencial, y a partir de los 40 es muy difícil ser madre de forma natural". Por eso Violeta anima a otras mujeres a que se planteen, si pueden, ser madres antes.