Grandes dosis de paciencia y prudencia
Josep Ramoneda valora la confirmación del procesamiento de la plana mayor del independentismo por parte del Supremo, el papel de Ciudadanos y las primarias del PP
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Grandes dosis de paciencia y prudencia
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Barcelona
No por ser previsible deja de ser noticia. El Supremo confirma el procesamiento de la plana mayor del independentismo, con Puigdemont al frente, si bien es cierto que deja la puerta abierta a modificaciones en la calificación de los delitos. Se dibuja así en el calendario un momento delicado: octubre, sí, el aniversario del 1-0 y la apertura y desarrollo del juicio coinciden en el tiempo. Y para poder trampearlo mejor sería importante que las conversaciones entre el presidente Sánchez y el presidente Torra transmitieran alguna señal positiva. Aunque todos somos conscientes de que, como transmitió el presidente del gobierno, este tema va para una década. Y requiere grandes dosis de paciencia y prudencia.
Los de Ciudadanos no pueden disimular que están descolocados. Se les ha estrechado el terreno. Solo les queda seguir especulando con el problema catalán. Y es un momento delicado para ello porque hay en el ambiente más ganas de distensión que de confrontación. Y sería irresponsable que lo apostaran todo a un otoño caliente.
“¿Y los exiliados ya no existimos?” Lo ha escrito Luis Puig, el exconsejero catalán de cultura en respuesta al mensaje de Òmnium Cultural que recordaba a los presos. Tiene algo de premonitorio. Cada día que pasa se hace más evidente que, agotado el efectismo de la gesticulación desde el exterior, a la larga serán los presos los que capitalizarán el reconocimiento ciudadano. Y es natural.
En números redondos: 869 mil presuntos militantes, 66 mil escritos como votantes. El PP parecía una casa grande y ahora resulta que solo era un decorado. Las primarias se desploman: estaban construidas sobre una mentira. Se descubre que las bases del PP no existen. Las primarias debían dar un plus de legitimidad al que las gane y lo que dan es la imagen de un partido de cargos sin base que les exija y vigile.