¿España es una mierda?

Madrid

Tras la noche de San Juan, las redes sociales se han llenado de mierda. Es desolador contemplar las imágenes de playas de todo el litoral cubiertas de papeles, latas, bolsas, envases y cigarrillos que sus propietarios han dejado como muestra de su jolgorio. Dada la magnitud de las montañas de basura acumuladas, imaginamos que junto a ensuciadores profesionales con trienios, entre los depositantes habrá también padres de familia y educadores que después reprocharán a sus chiquillos que tiren un papel al suelo, ciudadanos que manifestarán al encuestador del CIS su extrema preocupación por el medio ambiente y, en general, contribuyentes que al día siguiente se acordarán de la familia del concejal de limpieza cuando se encuentren su calle poco limpia.

Actitudes como estas dejan bien patente la falta de educación de los ensuciadores, el gregarismo como conducta que tantas veces nos iguala en lo peor, la falta de respeto hacia los vecinos que tienen tanto derecho a disfrutar de una playa limpia de día como el resto lo tiene a disfrutarla de noche, y, sobre todo, el desprecio por los espacios públicos como si fueran de otros y no de nosotros, como si hubiéramos privatizado su disfrute y externalizado su cuidado. No sabemos quiénes fueron los que convirtieron ayer la playa en un estercolero, pero sabemos lo que son. Y nos ahorraremos adjetivos, que emitimos en horario infantil.