Distendamos. Pero todos
Será interesante ver cómo son los primeros pasos reales entre Pedro Sánchez y las formaciones nacionalistas que le apoyaron en la moción
El día 25, Urkullu, y Torra el 9 de julio. Importantes reuniones del presidente del Gobierno ambas, pero con mayor morbo la visita a Moncloa del president catalán. Más allá de la grosería del muy zafio Rafael Hernando -años lleva ejerciendo de faltón el aún portavoz del PP- será interesante ver cómo son los primeros pasos reales entre Sánchez y las formaciones nacionalistas que le apoyaron en la moción. Hasta ahora, el Gobierno socialista ha desplegado por tierra, mar y aire una campaña de distensión cargada de gestos amables, con mención expresa a esa casi confirmación de que los presos del desastre catalán se trasladarán a cárceles próximas a sus lugares de residencia. La propia cita con Torra ya es un avance. Pero justo sería que el independentismo se arrancara con algún acercamiento, que una relación amistosa, para llegar a mayores, debe comenzar por un equitativo quid pro quo. Cariñosos, pero todos.
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