La redención de Facebook
Madrid
Facebook es como la Iglesia católica. Remarca la culpa, pregona el amor, proclama el pecado e impone la penitencia para lavar y ocultar la culpa. En el caso de Facebook, esta potente red social impuso las fake news, robó para usos políticos los datos de los que confiaban en su seguridad y aventó esa intimidad para ayudar en elecciones ajenas. Y ahora crea en Barcelona un organismo que se dedicará a lavar sus culpas. En un ejercicio extraordinario de cinismo ahora se presenta como una institución bendecida por sí misma.