El 1 de mayo y los jóvenes
Sufrimos un 36% de paro juvenil. Y los que consiguen trabajar –un sueño- solo encuentran precariedad y salarios miserables
Madrid
Al repugnante asunto de la Manada salvaje hay que sumarle ahora un ministro bocón y unos jueces y fiscales de piel tan fina que se trasparenta. Dejen los ilustres togados de señalar el dedo grosero y ventajista de Catalá, y dígannos si son ciertas sus acusaciones y por qué se cruzaron de brazos ante el dislate de dejar que decidiera sobre vidas y haciendas quien no reunía las condiciones.
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Pero hoy, día Mundial de los Trabajadores, permitan a este vetusto Ojo que les recuerde la miserable explotación a la que somete a nuestros jóvenes un sistema económico enloquecido, que la ineptitud de este Gobierno agiganta. Lo dice el Consejo de la Juventud: sufrimos un 36% de paro juvenil. Y los que consiguen trabajar –un sueño- solo encuentran precariedad y salarios miserables. Más del 90% de los contratos que los jóvenes firmaron en 2017 fueron temporal. Sumemos más datos bochornosos: un 17% trabaja menos de 10 horas a la semana y la mitad de ellos desempeña un trabajo de inferior cualificación a su formación. Para acabar, el insulto de los sueldos: cobran de salario medio 10.780 euros netos anuales. Conclusión: el 40% de los menores de 30 años está en riesgo de pobreza o exclusión social. Llama el Consejo de la Juventud a salir a la calle. Que ya es hora de pasearnos a cuerpo, añade el Ojo.