Willie Nelson, la hiperactividad del octogenario
El veterano compositor edita este mes 'Last Man Standing', su vigésimo álbum en el siglo XXI
Willie Nelson ha fumado suficiente marihuana en su vida como para no tener muchas ganas de hacer cosas a sus 84 años. Sin embargo, el viejo forajido mantiene una intensa e interesante actividad discográfica desde hace años con una veintena de álbumes en lo que llevamos de siglo. Raro es el curso en el que no hay disco nuevo de Nelson y más raro es que en esas entregas no haya un altísimo nivel musical.
Este año, Nelson ha vuelto a cumplir, a cumplir con creces. Este mes llega a las tiendas Last Man Standing, un guiño al paso del tiempo que se refleja en canciones que captan esos momentos en los que uno se va quedando solo cuando amigos y enemigos van muriendo.
La nueva entrega de Nelson llega tras el también espléndido Gods problema child y con los mismos compañeros de batalla, el productor Buddy Cannon, coautor de los once temas del álbum, y coros de Alison Krauss. En este nuevo viaje, Nelson baila con maestría entre el country sucio y agitado y las baladas elegantes marca de la casa.
Last Man Standing no es un disco que vaya a sorprender a quienes sigan o hayan seguido la carrera de Nelson. No es un golpe encima de la mesa o una pequeña revolución. No lo es porque Willie no lo necesita. Aunque ha grabado discos de versiones y de duetos en los últimos años, Nelson no ha dejado de entregar álbumes de enorme nivel. En el último lustro ha publicado discos de calado como Heroes (2012) o Band of Brothers (2014). Este Last Man Standing se mantiene en esa línea y confirma que el octogenario sigue siendo un referente esencial en la música americana, el último tipo en pie, como reza el título del disco, el último superviviente de una estirpe que se ha ido muriendo.
Lo cierto es que Willie Nelson podría haberse retirado hace años, pero el texano sigue teniendo canciones que cantar e historias que contar. A sus 84 años, Nelson está en un maravilloso momento de forma. Cincuenta y seis años después de su debut discográfico, Nelson sigue en acción, cantando a la vida (Something You Get Through), a la muerte (Heaven Is Closed), al amor (She Made My Day) o a los borrachos con mal aliento (Bad Breath).