El caso PP

Empezamos la semana como venimos contando con Cristina Cifuentes al frente de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, cada día que pasa, lejos de enderezarse el caso, se va complicando. Se va complicando y se va transformando porque ya no es el caso Cifuentes sino el caso PP, el caso del PP en Madrid. Cifuentes, de una forma u otra está amortizada. Difícilmente podría resistir un año y es casi imposible que repitiera como candidata dándole a los rivales la campaña hecha.

El tiempo que permanece como presidenta ayuda a que parezca que sigue siendo el caso Cifuentes, pero no lo es. Es el caso de un partido con sus tres últimos presidentes saliendo por la puerta falsa: Ignacio González acusado de importantes delitos; Aguirre como responsable, al menos por omisión, de una vasta red de corrupción; y en este caso, Cifuentes, por el absurdo caso del máster que se convirtió en un engaño público y en la peor propaganda que ha tenido la universidad pública.

El plazo máximo para la dimisión es el 7 de mayo, fecha tope para la moción de censura auspiciada por el PSOE, que ya tiene el apoyo de Podemos y podría tener el de Ciudadanos si Cifuentes no se marcha.

Hablamos de que el PP pierda el poder en Madrid, una máquina de influencias, su laboratorio político, el territorio de las grandes recaudaciones fiscales, su ámbito de influencia cultural y una red que provee cientos de salarios públicos a cargos de confianza. Así que veremos.

De momento, Rajoy dice que no le pedirá que dimita y ella dice que no dimitirá si no se lo pide Rajoy. Un juego de simulaciones que alguien tendrá que resolver antes que tarde. Mientras, el PP se debilita y divide en torno a la gestión de esta crisis.

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Apostarlo todo al desgaste de Ciudadanos si se ve forzado a apoyar la moción a favor de Ángel Gabilondo es una jugada con demasiado riesgo. El PP podría perder Madrid y complicarse mucho su futuro político. Y todo por un máster amarrado a una cadena de errores, altanerías y mentiras.