Tierra de mentirosos

Madrid

Hoy hace justo una semana; lo recuerdo, además, porque estábamos en Alicante acompañados de un montón de oyentes, me preguntaba en voz alta si no sería oportuno llamar a un sicólogo. Me lo preguntaba por el empecinamiento de Cristina Cifuentes en no reconocer que la habían pillado, porque la han pillado….y en estar ahí resistiendo cuando el resto de los mortales la veía ya entonces, hoy mucho más, como una especie de muerta andante, como un cadáver político.

Hoy vuelvo a pensar en lo del sicólogo, pero esta vez para preguntarle qué es lo que esconde exactamente esa manía de querer aparentar más de lo que somos. Por no salir del terreno másteres y currículums que tan de moda está, ahí tenemos a ese diputado gallego, secretario de organización de Podemos, Juan Merlo, que ha dimitido por haber puesto que era ingeniero cuando no lo es. O un rimbombante posgrado en Harvard del popular Pablo Casado, que fue en realidad un cursillo de cuatro días en Aravaca.

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Y hay más, ¿eh? Porque ahora se ha levantado la veda y están apareciendo cosas de estas por todas partes. ¡Ojo!, lo de Cifuentes en concreto es muy gordo e incluso puede haber delito. No trato de minimizarlo ni mucho menos, pero lo que me pregunto y, le preguntaría al sicólogo es: ¿qué nos impulsa a querer presumir de lo que no tenemos? Y con el riesgo evidente de que te cacen.

Vamos a ver: ¿es algo indigno no tener másteres, o postgrados, o no saber idiomas, o no ser licenciado universitario? Yo creo que no. Pero sí estoy seguro de que con tanta mentira tanto chanchullo y tanta fanfarronada están contaminando las instituciones una tras otra. Debería darles vergüenza.