Dos espías de sí mismos
La supervivencia del proceso y del propio Rajoy depende de que nadie encuentre solución para ellos
El proceso soberanista me empieza a interesar más como asunto literario que como asunto político. No entiendo, por ejemplo, por qué los Mossos espían a políticos y periodistas contrarios al procés, con lo poco interesantes y previsibles que son. Los líderes independentistas tendrían que haber hecho como en aquel libro de Paul Auster de la 'Trilogía de Nueva York' y ordenar espiarse a sí mismos. Mejor hubiera sido, y más conscientes de lo que hacen serían, si cada mañana tuviesen en la mesa del despacho un informe de todos sus movimientos y declaraciones del día anterior.
Hay un ángulo literario más. La confianza que se tienen los dirigentes soberanistas y sus votantes. Es algo a explorar. Los dirigentes han vuelto a prometerles una vez más lo que ya prometieron sabiendo que no podían cumplir. Los votantes empiezan a creer que esta vez será verdad. Podríamos estar así durante siglos, con un problema que afecta a los demás ciudadanos de España, que es Mariano Rajoy: el mayor experto mundial en esperar a que las cosas se arreglen solas. El independentismo es un problema irresoluble, como el propio Rajoy. Su supervivencia, la del proceso y la de Rajoy, depende de que nadie encuentre solución para ellos.
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Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...