¿Fútbol corrupto?
No es difícil de imaginar que esta operación sea sólo la punta de un iceberg que oculte un escándalo extendido
Madrid
La Unidad de Delitos Especializados y Violentos de la Policía Nacional ha desplegado una operación contra el amaño de partidos en Segunda B y en Tercera en conexión con casas de apuestas chinas. Una trama en la que futbolistas infiltrados en los equipos investigados, a sueldo de la organización, forzaban jugadas para condicionar el resultado final o convencían a otros compañeros a que lo hicieran a cambio de dinero sucio que abonaba la trama.
No es difícil de imaginar que esta operación sea sólo la punta de un iceberg que oculte un escándalo extendido y no sólo en España, porque es extraño que una mafia china se fije sólo en nuestras divisiones inferiores con lo grande que es el mundo. Y sería fácil conformarnos con la evidencia de que jugadores mal pagados sean presa fácil de mafias que les ofrecen un dinero que nunca ganarán con una carrera deportiva limpia. Teniendo al expresidente de la FIFA y al expresidente de la FEF imputados por casos de corrupción, y a un ramillete de estrellas de nuestro fútbol señalados o condenados como vulgares defraudadores fiscales, parece claro que el fútbol tiene serias labores de limpieza pendientes.