Zarpazos y arañazos

La Comisión Nacional de la Competencia ha sacado músculo y ha metido un puro de 91 millones a la gran banca por tomar el pelo a cualificados clientes. Mucho dinero, dirán ustedes, acostumbrados a los plazos del nuevo televisor. Pues depende, dice el Ojo, porque habrá que ver cuán grande es el boquete que se les hace a esos bancos y si la multa representa un chichón en la frente o varios meses de hospitalización para los castigados. Veamos las cifras y saquen ustedes mismos las conclusiones, que para eso son mayorcitos. Los sancionados son cuatro, CaixaBank, Santander, BBVA y Sabadell. Todos han negado que hicieran trampas, pero supongamos, por ejemplo, que el BBVA tenga que pagar la sanción de casi 20 millones. Resulta, que según informaron ellos mismos, sus beneficios ascendieron a 3.500 millones en 2017. ¿Temblarán los cimientos de tan importante corporación por esos céntimos? ¿Necesitará atención psicológica su presidente, Francisco González, porque peligran sus honorarios de ese mismo año, que se acercaron a los seis millones de euros? Los ciudadanos de a pie están acostumbrados a leer, año tras año, las grandes sanciones que los organismos reguladores imponen a los bancos, tanto en España como en el resto del mundo, pero si alguno de ellos repite y repite en la lista, ¿no será porque apenas si representan leves arañazos en la piel del cocodrilo?