El PP pide el comodín del público
La prisión permanente revisable es una medida claramente populista y que se adopta coincidiendo con la resolución del caso de Diana Quer
El PP pide el comodín del público
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La prisión permanente revisable no es más que la última muestra de debilidad del Gobierno y del PP. La legislatura es ya inhábil y con resultado cero, los arrepentidos lo cercan en los juzgados, la Cataluña postelectoral sigue sumida en la inestabilidad, las reformas ni están ni se les espera y Ciudadanos da el sorpaso en algunas encuestas. Así que el PP ha vuelto a recurrir al comodín del público. Porque a falta de argumentos y explicaciones que justifiquen en qué mejorará la seguridad de los españoles o el sistema de garantías, el PP apela al público, a los ciudadanos como avalistas de este endurecimiento penal, pese a que España está a la cola de Europa en índice de criminalidad y ya a la cabeza en la duración de las penas.
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Se trata, por tanto, de una medida claramente populista y que se adopta coincidiendo con la resolución del caso de Diana Quer.
El problema es que el Gobierno, que en estos lances actúa con frivolidad, tiene la misión contraria: explicar a los ciudadanos cómo funciona nuestro sistema penal y recordar el principio de reinserción como un bien irrenunciable. Añadir otros delitos como el de secuestro de menores con violación y ocultación del cadáver parece destinado a convertir a quienes no compartan la reforma en culpables de insensibilidad extrema, como mínimo. La política pública es pedagogía no demagogia, es explicación no populismo. Hay decisiones que no se pueden adoptar con encuestas en la mano, la crisis política en casa y las tertulias en llamas.
En resumen, el PP vuelve a actuar como solía en este caso. De la mano de los padres que han sufrido un auténtico calvario y que por supuesto han recogido todo el cariño y la comprensión de todos. Pero España empieza a tener un problema serio con este gobierno. Los principales desafíos políticos se agravan a su paso, como el caso catalán, en el que PP tiene responsabilidad directa en su raíz. No se va a reformar la Constitución, no hay aún ni financiación autonómica ni propuesta para el futuro de las pensiones. La economía ha mejorado básicamente por la degradación de los salarios y las condiciones laborales y otros elementos exógenos como el precio del dinero y del petróleo. Y a cambio, populismo punitivo. La respuesta es la misma que ha dado el 62% de los votantes del PP en la encuesta de El País de este fin de semana. No quieren que Rajoy siga como presidente.