¿Es tan difícil adelantar el prime time?

Madrid

La edición de Operación Triunfo en la que se eligió la canción que nos representará en Eurovisión fue seguida por casi tres millones de sacrificados espectadores que tuvieron que aguantar, una vez más, un retraso de siete minutos en el comienzo de la emisión por la prolongación de un programa prescindible por redundante y tuvieron que posponer su sueño otros 22 minutos si se fiaron de la hora final prometida por TVE. La cosa acabó a las dos menos veinte de la madrugada. Una falta de previsión y de respeto. Y era lunes.

El debate sobre el adelantamiento del prime time televisivo se prolonga tanto y lleva tanto retraso como los programas del prime time televisivo. En 2015, el gobierno instó a las televisiones a afrontarlo. En 2016, el Senado instó al gobierno a regularlo. Ese mismo año, el PSOE hizo una proposición no de ley instando a que los programas de máxima audiencia terminaran a las once de la noche. El Defensor del Espectador de TVE lo ha reclamado en más de una ocasión. Y así vamos, de instancia en instancia hasta el retraso final, mientras los programadores de la televisión que pagamos entre todos nos fuerzan a ver programas que acabarán al día siguiente.