Coser Cataluña
Puigdemont no pierde nada con el juego, Torrent se juega toda una carrera política y en un partido, Esquerra, que aspira a ser un partido de gobierno
Madrid
Hoy tendremos la primera respuesta a la pregunta esencial de si el independentismo catalán asume que la vía unilateral se ha estrellado contra la realidad del rechazo de la mitad de los catalanes, del conjunto de los españoles y de la Unión Europea. A las tres de la tarde continúa convocado el pleno para la investidura de Puigdemont y toda la presión recae sobre el presidente del Parlament.
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Si Puigdemont no se presenta, Roger Torrent puede seguir adelante con el pleno para investirlo a distancia, reiniciando la vía de la desobediencia al Tribunal Constitucional o aplazar o suspender la sesión. Sabremos entonces cuánto tiempo están dispuestos a postergar la vuelta a la normalidad de las instituciones catalanas, la vuelta del autogobierno. Puigdemont no pierde nada con el juego, Torrent se juega toda una carrera política y en un partido, Esquerra, que aspira a ser un partido de gobierno.
No hay pistas fiables. Los partidos independistas repiten en público el argumentario sin moverse un milímetro, pese a que en privado la mayoría expresa la necesidad de que Cataluña tenga un gobierno que gobierne, algo imposible con el expresident fugado a Bruselas.
El día crítico tiene ya su agenda marcada. A las diez se reúne la Mesa del Parlament para decidir sobre la celebración del pleno. A la una vuelve a reunirse de urgencia el Tribunal Constitucional para estudiar las alegaciones de Puigdemont y Junts per Catalunya, que piden la nulidad de las decisiones que tomó el sábado, entre otras, prohibir la investidura a distancia, reunión que se produce sólo dos horas antes del pleno que si no hay novedad, comenzaría a las tres.
El nuevo presidente del Parlament anunció en su primer discurso que venía a coser Cataluña. Hoy comprobaremos si ya ha empezado.