A la maldita muerte le gusta el rock and roll

Madrid

A la muerte le gusta el rock. Desde siempre. La música en general. Dicen que fue por Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Booper, aunque puede que fuese por Robert Johnson. Hay distintas teorías, pero pocas dudas de sus pasiones. El rock le gustó tanto que se quedó a Elvis para ella sola, también a Jim Morrison y cuando se cansó de ellos se llevó a Kurt Cobain. Le gustan guapos, por eso dejó vivo a Keith Richards, quedaron como compañeros de farra.

Cada año la muerte se monta su propio festival y recluta estrellas para una fiesta salvaje de Nochevieja. Un concierto con un cartel de lujo que empequeñece a cualquiera. El año pasado se llevó a Bowie, Cohen, BB. King, Prince o Lemmy. También a Sharon Jones, Otis Redding y Sam Cooke abrieron camino al soul en el abismo.

En ediciones anteriores tocaron Lou Reed, Joe Strummer, Amy Winehouse, Michael Jackson o Paco de Lucía, que se juntó con Camarón en unos bises épicos. Siempre hay buen cartel y mucho público. De la edición de este año se espera mucho. Ya han confirmado a Chuck Berry, Fats Domino, Tom Petty, Charles Bradley, Chris Cornell, Johnny Hallyday o Malcolm Young. Después de la fiesta se quedarán con ella para siempre, me gustaría pensar que tocando en jam sessions de otro mundo.

Cada año despedimos a músicos que son parte de la banda sonora de nuestras vidas y cada año los recordamos en un programa especial de Sofá Sonoro junto a Fernando Navarro y Lucía Taboada.