A alistarse
Como si el procés no hubiera ocurrido, no hubiera aprendido nada, el independentismo no ha modificado un ápice su discurso. Tampoco los constitucionalistas han aprendido que tendrían que proponer algo. No hace falta. Vota la fe
Se diría que los electores no son llamados a votar sino a alistarse en nombre del deber. Como si el procés no hubiera ocurrido, no hubiera aprendido nada, el independentismo no ha modificado un ápice su discurso, a pesar de que su plan fracasó y de la forma más extravagante. ¿Cabe mayor fracaso que seguir al pie de la letra los pasos previstos, alcanzar el objetivo final y, justo en el momento de hacerlo, reconocer que no se está preparado para continuar? Artur Mas y Oriol Junqueras lo confesaron públicamente en dos momentos distintos cuando aún no había encarcelados ni 155. ¿Después de eso no hubiera sido lógico que los líderes soberanistas explicaran qué han aprendido, qué han corregido, qué han revisado, qué no vale ya, qué vale todavía? No hace falta. Vota la fe.
Tampoco los constitucionalistas han aprendido que tendrían que proponer algo. El motor y el objetivo son la derrota del independentismo, nada menor, por supuesto, pero no aclaran qué harían en caso de victoria. Ni siquiera han consensuado una simple propuesta común. No hace falta. Vota la fe.
“El independentismo llama a somatén”, titulaba ayer el diario Ara. Al mismo tiempo, algunas campanas constitucionalistas tocan a fuego o a rebato. Veremos si se puede cocinar algo a tan alta temperatura.