El fiasco de RTVE que nunca cesa
Resulta que ha habido que cerrar el programa de Carlos Herrera por su baja audiencia, lo que no ha impedido que nos hayamos gastado en tal adefesio la bonita cifra de dos millones de euros
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Es bien sabido que José Antonio Sánchez, el muy peculiar presidente de RTVE, es uno de los nuestros para la cúpula del PP. De su reconocida trayectoria próxima a los populares, que digo próxima, injertada, embutida, carne de su carne, da cuenta toda su actividad pública, hasta llegar al reconocimiento en sede parlamentaria de que él vota y votará al PP. Por si hay dudas sobre la calidad de sus amistades, ahí está su nombre en los papeles del caso Gürtel o el caso Lezo, siempre prendido a los Bárcenas o los Ignacio González. Resulta que ha habido que cerrar el programa de Carlos Herrera –conmilitón del mismo ejército- por su baja audiencia, lo que no ha impedido que nos hayamos gastado en tal adefesio la bonita cifra de dos millones de euros, porque cada engendro semanal de aquella cosa nos salía por 330.000 euros. Resulta grotesco tener que contratar a un señor tan ocupado y de fuera de la casa, cuando RTVE cuenta con una fuerza propia de unos mil quinientos informadores. ¿Ninguno le sirve al presidente? Solo tiene sentido si Sánchez quiere llevar agarradito de la correa un programa de debate, al margen del resto de la casa. Ya lo intentó con Ernesto Sáenz de Buruaga y cosechó similar fracaso. ¿Alguien, por favor, puede devolver RTVE a manos menos dispendiosas, y ya puestos, menos reaccionarias?
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