Salir de la ley con modales
Por más que uno quiera presentarse como otra cosa, fuera de la ley todo el mundo acaba en el mismo sitio: escondiendo cosas, mintiendo a la policía, pidiendo órdenes de registro.
Hay muchas formas de salir de la ley, y el Govern catalán trató por todas las maneras que la suya fuese la más aparente posible, la más aseada, la más higiénica. Al fin y al cabo se trataba de una institución encargada, precisamente, que emanaba de la ley que se disponía a traicionar. Lo hizo creando una legalidad paralela que también llegó a incumplir porque al final uno se acaba viciando con todo: siempre decimos que será sólo una vez pero es difícil quedarse ahí. Y a pesar de lo antidemocrático de la acción, los gobernantes catalanes trataban de presentarse como futuros hombres de Estado. Como gente seria.
Lo que prueban estas grabaciones es que al final, por más que uno quiera presentarse como otra cosa, fuera de la ley todo el mundo acaba en el mismo sitio: escondiendo cosas, mintiendo a la policía, pidiendo órdenes de registro. Lo básico no pasa de moda. Se hace cuando entran tus padres en la habitación buscando tabaco, lo hace Javier Cámara en la tercera temporada de Narcos cuando se presenta la DEA en sus oficinas, lo hace el número dos de Economía de la Generalitat cuando la policía sospecha que en el despacho escondes una nación.
Puedes crear una legalidad paralela, puedes llenar tu discurso público de palabras lustrosas, pero al final siempre hay que mentirle a un policía a la cara y esconderle cosas. Hay que bajar al barro.
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Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...