El abuelo de Ana no desapareció, lo mataron

Madrid

Este domingo, 15 de octubre, se cumplen 40 años de la Ley de Amnistía de 1977. Para Amnistía Internacional esta ley ha sido utilizada por diferentes poderes para impedir la investigación de los crímenes comentidos durante la Guerra Civil y el franquismo. Se da la paradoja en España, desde hace 40 años, de que somos unos de los pocos países en los que los criminales de aquel período son legales y sus víctimas criminales.

Uno de los casos archivados por la justicia en base a la Ley de 1977 es el de Abundio Andaluz Garrido. En julio de 1936 era Vicepresidente de la Diputación de Soria por Izquierda Republicana y director del Orfeon del municipio soriano de El Burgo de Osma. Su zona fue tomada rápidamente por el bando rebelde y el 18 de agosto, un mes después del golpe de Estado un grupo de falangistas acompañados por un cura se lo llevaron y lo asesinaron. Ahora un juzgado de la localidad ha declinado investigar el caso y la apertura de la fosa ha sido posible gracias a un acuerdo entre la Diputación de Soria y la Asociación Recuerdo y Dignidad. Abundio ya ha sido desenterrado y sólo está pendiente de las pruebas de ADN para que pueda tener un funeral digno. En La Ventana hemos hablado con su nieta Ana Andaluz Caballero, una de las personas que más ha luchado por dignificar la memoria de su abuelo.

"Por fin el abuelo apareció" son las primeras palabras que Ana dijo después de tantos años. Hubo un testigo de los hechos, un señor que explicaba que "un grupo de falangistas" se llevo a su abuelo. Ana ha contado que gracias a que alguien colocó "una cruz de piedra muy grande" han podido encontrar el cuerpo con "facilidad".

Ana ha recordado momentos con su abuelo, y lo ha descrito como un hombre de una familia humilde, que con mucho esfuerzo consiguió estudiar la carrera de derecho y que vivía tranquilo con la gente que le rodeaba: "se lo cargaron por bueno".