Varios tópicos se han roto en este palmarés de la edición número 65 del Festival de San Sebastián: premiar una comedia, una mujer directora y la primera película vasca. Con una sección oficial alejada de las estrellas y los grandes nombres, el jurado de San Sebastián ha premiado a la cinta que más estrellas y proyección comercial proporcionaba. The disaster artist, comedia que dirige y protagoniza James Franco y que recrea el desastroso rodaje de The room, la considerada la peor película de la historia y que, desde que se estrenó en 2003 se ha convertido en cinta de cultura. «Nunca olvidaré este festival», decía Franco sobre el escenario. El jurado ha coincidido con la prensa en esta edición; ya que, The disaster artist ya ganado también el Premio Feroz Zinemaldia que otorga la Asociación de Informadores Cinematográficos de España. Curioso que Franco, cuyas películas anteriores son adaptaciones de grandes obras de la literatura norteamericana, gane su primer premio importante, la Concha de Oro, con una comedia pura y dura, que habla del proceso de creación del artista, aunque no se tenga ningún talento. El jurado, presidido por el actor John Malkovich, con Emma Suárez o el guionista Jorge Guerricoecheverría entre sus miembros, ha decidido otorgar el premio especial del jurado para una cinta local. Handia de Aitor Arregi y Jon Garaño, responsables de Loreak, drama que causó muy buena impresión hace unos años en la sección oficial de este festival. Handia, rodada en euskera, es un drama ambientado en el siglo XIX, en plenas guerras carlistas y el incipiente liberalismo, protagonizada por un joven con gigantismo. El gigante es una metáfora para ahondar en las diferencias de la sociedad a través de la historia de dos hermanos. Handia ha ganado también el premio del cine vasco por ser un canto a la diferencia y retratar a un país en pleno proceso de cambio. No suele ser habitual que una mujer gane el premio a mejor dirección por la escasa presencia de mujeres en los certámenes. De hecho, en los 65 años de San Sebastián ninguna mujer había ganado antes la Concha de Plata a mejor dirección, por eso han sonado los aplausos con el premio a Anahí Berneri por Alanis. La directora, que ya ganó el premio FIPRESCI en este certamen con Encarnación, ha dedicado el premio a todas las mujeres que dirigen y que han inspirado esta historia sobre una prostituta que se niega a considerarse víctima. Su película, se ha llevado también el premio a mejor actriz ha sido para Sofía Gala Castiglione, la argentina protagonista Alanís, en la que interpreta a una prostituta. “Este premio es para nosotras, porque unidas lo podemos todo, decía la actriz. Precisamente, por la dignidad con la que refleja la situación de las trabajadoras sexuales, la cinta ha ganado el premio cooperación del certamen. El mejor actor Bogdan Dumitrache, protagonista de Pororoca, Cristian Popescu, drama familiar en la que una pareja sufre la desaparición de un hijo. Una película que ha gustado por su realismo y crudeza al relatar el drama interior de la pareja y que se inserta en una tradición notable de cineastas rumanos que suelen convencer en los grandes festivales. El argentino Diego Lerman ha ganado el premio a mejor guion por Una especie de familia, un drama protagonizado por Bárbara Lennie en el papel de una doctora burguesa que quiere adoptar un niño y acaba en vuelta en una red de adopciones ilegales. Una cinta que plantea el debate sobre el derecho a la maternidad, a través del conflicto entre el dolor de la madre de clase alta que no puede tener hijos y el dolor de la madre pobre que tiene que darlo en adopción porque no puede mantenerlo. La alemana The captain ha ganado el premio a mejor fotografía para Florian Ballhouse, gracias a su apuesta en blanco y negro con el objetivo de mostrar la distancia con la violencia del Holocausto. El premio del público a la mejor película europea lo ha ganado Jusqu’à la garde de Xavier Legrand, la ópera prima que ganó mejor dirección en Venecia. Un thriller sobre una relación de maltrato donde una mujer ve como, a pesar de denunciar, su marido maltratador sigue libre. El premio del público a la mejor película ha sido para Tres carteles a las afueras de Ebbing, Misouri, dirigida por Martin McDonagh, un thriller, protagonizado por Frances McDormand, sobre una madre que persigue a la policía del pueblo para que no deje de investigar la muerte y violación de su hija. En otras secciones, Braguino se ha llevado el premio Zabaltegi, sección donde competía Vergüenza, la primera serie de televisión en competir en un festival de cine de clase A, como es el de San Sebastián. En la sección Horizontes Latinos, donde compiten películas latinoamericanas, el premio ha ido a para a una cinta chilena, dirigida por Marcela Sáiz, Los perros, una disección sobre los traumas de la dictadura, los claroscuros de la pareja y el machismo en los hombres progresistas. “Se lo dedico a todas las mujeres que hacen cine, sobre todo a las que son madres”, decía la directora chilena. También el premio Nuevos directores lo ha ganado una mujer, la francesa Marine Francen con Le Semeur, su opera prima, que también ha dedicado el premio a todas las mujeres que demuestran que se puede ser madre, mujer y cineasta.