Que Cataluña no lo tape todo

No hay freno posible a la escalada de golpes, bajos y altos, entre el Gobierno de Madrid y la Generalitat. El vicepresidente y consejero de Economía del Govern, Oriol Junqueras, se declara en rebeldía ante Montoro, la Fiscalía advierte a tirios y troyanos que estamos a un paso del todos a la cárcel de Berlanga, y más parece que vivamos inmersos en la conjura de los necios que en una discusión entre partidos serios en un país democrático.

Lamentablemente, mañana vamos a estar peor que hoy, así que dejen a este Ojo que emprenda una limitada fuga y se llegue hasta Alberto Ruiz-Gallardón, de vuelta a la actualidad. Dos motivos: el primero es que llevan meses apareciendo facturas fantasmas de la faraónica M-30 que emprendió el ex alcalde de Madrid, ex presidente de la Comunidad y ex ministro de Justicia del gobierno de Rajoy, dineral que los madrileños tardaremos lustros en pagar.

Pero es que ahora Miguel Ángel Campos nos ha contado en esta emisora que el susodicho tiene la “consideración de investigado” en la Operación Lezo, la de Ignacio González, desde enero de 2017, cuando así lo decidió la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, por un supuesto desvío de fondos relacionado con el Canal de Isabel II. Hablamos de prevaricación, malversación o fraude en la contratación. Mal, muy mal Cataluña. El resto, también.